Ya son 20 años los que sigo a tu lado, cuando desde crio me pusieron una túnica y me agarraron a un cordón de un estandarte yo no sabía que significado tenía. No obstante, poco a poco y con el paso del tiempo me entraban más ganas, quería que llegara ese momento todos los años.
Un año, una persona que me dijo que me incorporara en la banda CCYTT del Santísimo Cristo de Columna y allá que fui acompañado de mi padre. Cada vez que había un ensayo ahí estaba el primero, me empezó a gustar esto de tocar el tambor. Me enseñaron que, la Semana Santa, es mucho esfuerzo y sacrificio.
Llegó un día en el que una difícil desavenencia en la vida sobrevino y me ofrecieron lo que nunca imagine: tocar la caja y rufar en la banda CCYTT del Santísimo Cristo de la Columna. No me imaginaba que yo lo podía hacer y a día de hoy es algo de lo que más me ha llenado, poder tocar al Santísimo Cristo de la Columna.
Este año es diferente, con los problemas que te depara la vida me toca ser los andares de nuestra Madre, llevarla hasta su Hijo y sacarla a la calle. Hecho, que estoy deseando realizar.
Hay personas que te dicen que por qué cargas ese peso innecesario o que porque vas los 40 días o todos los fines de semana a ensayar, que es una pérdida de tiempo… Yo les digo que es un sentimiento que te arrastra a ello y que estoy muy contento de tenerlo.
De lo que nunca me arrepiento es de formar parte de esta gran Hermandad porque desde el primero al último son tod@s unas ejemplares personas. Esta semana es muy grande para todos nosotros, ahí estaremos y como decimos nosotros "con casta pa' y fuerte, ¡VIVA EL SANTO!".
POR: José Manuel García-Calvillo García-Navas.
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